La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que se caracteriza por convulsiones recurrentes, estas suceden por la descarga eléctrica excesiva de los grupos de células cerebrales. En ocasiones se ven acompañadas de episodios breves de ausencia o contracciones musculares.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 50 millones de personas padecen epilepsia en todo el mundo, de las cuales cerca de 5 millones viven en Latinoamérica y el Caribe; convirtiéndose en el trastorno neurológico crónico más común en el mundo.
Entre los factores que provocan la presencia de la epilepsia están las infecciones del sistema nervioso central, complicaciones del embarazo, parto y accidentes.
En estos padecimientos se presentan síntomas transitorios, como ausencias o pérdidas de conocimiento, y trastornos del movimiento, de los sentidos (en particular la visión, la audición y el gusto), del humor o de otras funciones cognitivas.
La epilepsia se divide en tres tipos:
Epilepsia Sintomática: Se refiere a aquella que es secundaria a una lesión cerebral específica, cisticercosis, tumor, malformación arteriovenosa, traumatismo craneoencefálico, etc.
Epilepsia Idiopática: Es diagnosticada, pero su causa no ha podido ser definida en un sujeto que tiene un desarrollo psicomotor normal.
Epilepsia Criptogénica: En esta no se logra determinar la causa, pero existe evidencia de daño estructural manifestado por retraso en el desarrollo psicomotor del individuo.
Durante siglos, el temor, la incomprensión, la discriminación y estigmatización social han rodeado a esta enfermedad. La estigmatización persiste hoy en día en muchos países del mundo y puede influir en la calidad de vida de las personas con epilepsia y sus familias.
Por eso, es importante mencionar que la epilepsia no es contagiosa, y que una sola convulsión no significa epilepsia, pues su definición corresponde a dos o más convulsiones no provocadas.
Un correcto diagnóstico y tratamiento beneficiará la salud, aspectos sociales y psicológicos del paciente con epilepsia.